No es cierto,
no es verdad.
Que las flores rosadas
o amarillas o imaginarias,
signifiquen algo especial.
No es cierto,
no es verdad.
Que la hermosa vista
la paz que siento aquí
es algo trascendental.
No es ciero,
no es verdad.
Que estos recuerdos
estas analogías enfermizas
reviven día a día
más vivencias olvidadas.
Más actuaciones.
Más hipocresía.
Si tengo la necesidad de volver a mí mismo
no lo dudaré.
Pero por qué, entonces
me siento oprimido.
Por qué, entonces,
esta falsedad opulenta
me hace sentir tan feliz.
Tan solo quiero,
tan solo necesito,
poder ver
más allá de estos párpados.
Pájaros indolentes.
Razones frágiles,
cosas que cuido con máxima cautela.
Escapándome.
Olvidándome.
Haciendo estupideces,
solo,
conmigo mismo.
¿alguien desea acompañarme?
domingo, 2 de mayo de 2010
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